Previsión sombría: En una década, Colombia no alcanzará ni el 30% de las viviendas necesarias

Anualmente se constituyen cerca de 380,000 hogares, mientras que solo se lanzan 6,200 viviendas al mes. La informalidad futura inquieta al gremio.

El sector de la construcción de edificaciones ha atravesado severas dificultades en los últimos 20 meses, y los indicadores aún no muestran signos de recuperación. Esta problemática no solo afecta el actual mercado de viviendas, donde las iniciaciones y ventas siguen en declive, sino que también pone en entredicho el crecimiento urbanístico de ciudades y poblaciones y la oferta disponible para los años venideros.

Para Guillermo Herrera, presidente de la Cámara Colombiana de Construcción (Camacol), todos los factores que han influido en esta dinámica llevarán a que la ciudad no cuente "ni con el 30% de la oferta" requerida para la próxima década, considerando que cada año se forman cerca de 380,000 hogares y se inician, en promedio, 6,268 viviendas al mes (según el último dato de Coordenada Urbana, sistema de información de Camacol para el mes de abril).

"A este ritmo, no cubriremos ni una tercera parte de lo necesario de aquí al 2035, lo cual supera los cuatro millones de viviendas. ¿Cuál será la consecuencia de esto? Que los hogares buscarán vivienda en arriendo", señaló Herrera.

Además, es crucial tener en cuenta que muchos de los inmuebles en alquiler pertenecen al mercado formal, que ya está afectado por la disminución en el número de proyectos lanzados.

"Hacemos un llamado al Gobierno Nacional para que nos brinde mensajes positivos que incentiven la inversión y motiven la reducción de las tasas de interés. Se necesitan más viviendas nuevas porque el 25% de esas unidades se destinan al alquiler. Si no tenemos suficiente inventario, con una demanda en aumento, los cánones de arrendamiento subirán, afectando a las familias menos favorecidas", comentó Mario Andrés Ramírez, presidente de Fedelonjas.

De suceder esta situación, como explica Ramírez, este segmento sufriría un mayor estrés con una oferta limitada, lo que haría que los precios escalen rápidamente y que los arrendatarios sean los perjudicados.

"Si la oferta es baja y suben los arriendos, ¿qué sucederá si esto ocurre en toda Colombia y las personas no pueden ni pagar para comprar una vivienda ni pagar un arriendo? Las personas resolverán su problema de vivienda de alguna manera, y seguramente lo harán en la informalidad. Eso impacta el crecimiento de las ciudades, donde los costos del suelo son altos y falta producción de vivienda formal", reconoció el dirigente de Camacol.

(Ver también: Crisis en el sector de la vivienda ¡Descubre las claves para superar la crisis!)

Además, es importante considerar que los inversionistas, que compran para arrendar, podrían enfrentar dificultades en el futuro al adquirir una vivienda con este fin, ya que "hay que recordar que la ministra de Vivienda, Catalina Velasco, dijo que la Vivienda de Interés Social (VIS) no se podría vender a inversionistas, lo que presiona aún más la balanza", dijo Herrera, quien no coincide con la ministra en este punto.

"De hecho, creemos que debería haber políticas que fomenten a inversionistas institucionales en programas de arrendamiento especializado, como ya tiene Chile, México y el resto del mundo, y Colombia no", agregó.

Para el dirigente gremial, esto no solo repercutiría en la economía y el crecimiento urbanístico, sino que también tendría impactos medioambientales, pues las periferias, donde usualmente se realizan estos asentamientos informales, carecen de servicios públicos, salubridad, educación y, por ende, de una vida digna.

"Recientemente vimos al presidente Petro hablando de cambio climático y cómo la ordenación de las ciudades alrededor del agua debe ser una prioridad, pero si no hay vivienda formal y los hogares empiezan a ocupar de manera informal en asentamientos de origen informal, me pregunto cuál será el impacto en el futuro de nuestras ciudades. Por lo tanto, creo que hay una visión corta en las políticas de vivienda respecto a la sostenibilidad en el crecimiento de las ciudades y la demanda futura", afirmó.

Por tal motivo, continuó insistiendo en la necesidad de seguir fomentando la compra de vivienda formal a precios accesibles, siendo los programas estatales como Mi Casa Ya, que permiten acceder a Viviendas de Interés Social (VIS), la única forma en que la mayoría de los hogares pueden comprar.

"La pregunta es, ¿cómo se financiarán las viviendas que ellos necesitan? ¿Cuánto se cubrirá de esa nueva demanda cada año? Nadie está hablando de lo que sucederá de aquí a 10 años, y la verdad es que la población seguirá creciendo, y las ciudades seguirán creciendo, y las ciudades donde hay más empleo y más formalidad laboral seguirán siendo polos de atracción de población, y crecerán a un ritmo de 370,000 hogares urbanos cada año", explicó Herrera.

(Ver también: Recomendaciones para invertir en vivienda este 2024. Aproveche las tasas de interés)

Vale mencionar que para el mes de abril, según datos de Coordenada Urbana, los lanzamientos a nivel nacional cayeron un 30.3%, con 6,286 unidades puestas en el mercado, mientras que un año atrás el indicador llegó a 9,020 unidades. En el caso del segmento VIS, se lanzaron 4,819 unidades, y en el mismo mes de 2023, cerca de 5,057 unidades, presentándose un decrecimiento del 4.7%.

En cuanto a las iniciaciones, el sistema de información mostró que, a nivel nacional, empiezan a estabilizarse, pues cayeron apenas un 0.9% anual en abril, pasando de 11,007 unidades iniciadas en 2023 a 10,910.

"Creo que la visión a futuro se queda corta, porque más allá de la discusión de la coyuntura, esto es un punto importante. Hoy estamos parados aquí en la coyuntura de la reactivación y cuántos subsidios hay y harán falta para este año 2024 y también para 2023. Seguramente seguiremos en esta discusión hasta que finalice el gobierno del presidente Petro", puntualizó Herrera.

(Ver también: ¿Se construirán 250.000 viviendas nuevas en Colombia cada año?

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